Las uvas de la suerte

Las uvas de la suerte

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Reloj fin de añoEn la Puerta del Sol como el año que fue,
otra vez el champán y las uvas y el alquitrán…,
de alfombra están…”*

La última noche del año siempre se celebra de manera especial. En España la cena familiar del 31 de diciembre va seguida de la tradición de comer doce uvas mientras suenan las doce campanadas que separan el año que acaba del nuevo. Comenzar el año comiendo las «uvas de la suerte» es una de las muchas tradiciones que se continúan celebrando en las fechas navideñas, pero no mucha gente sabe que esta costumbre es relativamente nueva y que surgió de una manera muy curiosa hace menos de un siglo.

Uvas fin de añoSe cree que esta tradición nace en 1909, al producirse un excedente de esta fruta. Un grupo de productores vinícolas alicantinos que no quería que se echaran a perder, decidió emplearlas para recibir el nuevo año mientras escuchaban las campanadas de las doce de la noche. Pronto surgió la idea de que esta costumbre traería buena suerte para el año entrante. La ingesta de esta fruta durante el último minuto del año, comenzó a generalizarse, hasta convertirse en una de nuestras tradiciones más arraigadas.

Por otra parte, hay estudiosos que vinculan esta costumbre con el pueblo hebreo, que demostraba su hospitalidad hacia los invitados con piezas de fruta. Los invitaban a tomar tantas piezas como horas habían pasado juntos, demostrando así su cordialidad y amistad. Lo cierto es que aunque la costumbre de comer doce uvas en Nochevieja es 100% española, no hemos inventado nada nuevo, pues ya en el Imperio Romano durante el mes de enero se invitaba a los amigos a comer miel con dátiles e higos para olvidar el mal sabor de las cosas y que el comienzo del nuevo año fuera dulce.

relojeroCuando llegan las 23:59:48 h. de cada 31 de diciembre, todos los españoles se disponen a comer sus 12 uvas. El plato de uvas –casi siempre ya peladas y sin pepitas– en la mano, la televisión encendida para seguir las campanadas –últimamente con Ramón García y su capa– desde la madrileña Puerta del Sol, o verlas en directo en la plaza principal de muchos pueblos y ciudades españolas. El ritual, pese a ser sencillo, nunca acaba de salir a la perfección: baja el carillón, suenan los cuartos y comienzan una tras otra las doce campanadas. La teoría es conocida por todos, pero a la hora de llevarla a la práctica pocos son los que consiguen entrar en el nuevo año habiendo comido las doce uvas sin atragantarse, por eso la leyenda surgida en torno a esta tradición cuenta que los que consigan comerse todas las uvas a tiempo tendrán doce meses de prosperidad. Además, no son pocos los que piden un deseo por cada uva, porque otra de las leyendas en torno a estas afirma que si consigues no atragantarte, los deseos se cumplirán.

La costumbre de las «uvas de la suerte» es la más española de las que se celebran la última noche del año, pero poco a poco vamos importando toda una serie de tradiciones de todas partes del mundo. Así, debemos introducir algo de oro en nuestra copa de cava o de sidra para atraer a la fortuna, lucir ropa interior de color rojo, alzar el pie derecho para entrar con buen paso, comer un plato de lentejas o cruzar la calle con una maleta, para asegurarnos los viajes durante los próximos 365 días. Toda una serie de rituales para perseguir la prosperidad durante los meses venideros.

Puerta del SolComo cada año, en los últimos minutos de 2006 la mayoría de los españoles seguiremos cumpliendo con la tradición y los pasaremos intentando comer las doce uvas de la suerte y brindando para que en el nuevo año se cumplan los deseos que no se nos concedieron la vez anterior. Y tras la uvas, a pasarlo bien recibiendo en la calle el nuevo año y llenando bares y discotecas con la alegría de empezar una nueva etapa.

Elena Durán

«…Y en el reloj de antaño como de año en año,
cinco minutos más para la cuenta atrás.
Hacemos el balance de lo bueno y malo,
cinco minutos antes de la cuenta atrás…» *

* Un año más (© 1988, Nacho Cano, Mecano)

¡Feliz año nuevo!

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